Otro Adiós
No cesará esa ventisca en el tejar
No cesará el dolor de tu entierro
Pasa que de pronto hay que volar
Y que ya ni tu aliento me prende fuego.
Eres solo la ausencia
Un agujero etéreo en el techo
Y eres la lluvia que la noche auspicia
O las estrellas en pleno vuelo.
Si ya no se quien eres
Mucho menos quien diablos yo
Si mi marchar con desespero quieres
Marcharé sin nombre y sin amor.
F. Briceño
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