domingo, 18 de octubre de 2020

 Que la noche me inunde con su silencio estrepitoso

para que el alma no duerma por si llegas depronto

este mar citadino de llantas que rugen sobre el asfalto

detonan añoranza sobre tu vestigio

quizas uno de estos rugires de goma negra 

rueden debajo de ti y te traigan, sin prisa

que la noche me arrope con el frío, rápido, que me arrope

que ya vienes llegando y traes contigo el calor que te has llevado

que ya no tus cabellos risados me envuelven

pero vendrás en el camino curbándolos con tus dedos

ya te espero con mi palpitar altivo

ya te espero y aún no te has ido

aunque el tap de tus tacones cruzó la calle

tu aroma cerrero se ha quedado conmigo

¿a dónde fuiste quizás a las montañas?

¿por qué tardas ahora, oh dulce olvido?

                                                                                                                            F. Briceño

No hay comentarios.:

Publicar un comentario