ADIÓS
No son sus ojos grises
Aunque si brevemente me vieran
Tan solo ceniza en su iris fuera
Un recuerdo muerto, ausente de matices.
Sin embargo, son dos corales
Inmersos en oscuras aguas
Oscuras cuando los cierra
De mil colores cuando los abre.
Si yo fuese el cielo que la cubre
Me ensancharía sobre sus aguas
Como un diluvio sobre usted cayera
Aunque muriera esta pálida nube.
¡Ay!, aunque por usted muera
Sería feliz inmerso en su ser
Aunque la corriente me alejase otra vez
Por la eternidad prolongaría mi espera.
Pero si en su inmensidad mi existencia prohibiera
Dígalo ahora agitando sus mares
Que de mi sufrir usted nada sabe
Aunque por mis actos merecido fuera.
F. Briceño
Aunque si brevemente me vieran
Tan solo ceniza en su iris fuera
Un recuerdo muerto, ausente de matices.
Inmersos en oscuras aguas
Oscuras cuando los cierra
De mil colores cuando los abre.
Me ensancharía sobre sus aguas
Como un diluvio sobre usted cayera
Aunque muriera esta pálida nube.
Sería feliz inmerso en su ser
Aunque la corriente me alejase otra vez
Por la eternidad prolongaría mi espera.
Dígalo ahora agitando sus mares
Que de mi sufrir usted nada sabe
Aunque por mis actos merecido fuera.
F. Briceño
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